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En ese sentido

- A veces me gustaría tomarme un café a tu lado o sentarnos a ver el cielo y hablar de todo esto.  Escribí el pensamiento anterior  en Octubre de hace  dos años y me esfuerzo por recordar qué es todo eso de lo que quería hablar, aunque no me concentro en con quién quería hablarlo.  Pudieron ser confesiones, quejas o sugerencias, cómo saberlo si constantemente cambio de ideas, de gustos y de ganas. Ni siquiera recuerdo el clima o los sucesos relevantes de ese Octubre, ya sé que podría investigarlo en internet con gran facilidad, pero me gusta sentir que soy capaz de resistir a la inmediatez de la actualidad. Escribo esto en Julio de 2021, una época que será contextualizada con gran rapidez en años venideros, la pandemia de coronavirus no es algo menor, que va; a unque me viene el recuerdo de aquellas inundaciones de principios de 1600 causadas por azotadoras trombas que casi borran de los localizadores geográficos a la Ciudad de México, datos que ya no solemos traer a la mesa con famil
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Carta para Emma

Esta es una dedicatoria que escribí para Emma antes de que naciera. Emma : Pequeña, sé que es tu madre quien leerá estás líneas antes que tú. Estuve pensando si algún día tú llegarás a encontrarte con esta nota. No sé si yo viva para entonces pero por ahora quiero que sepas que me emocioné mucho cuando supe la noticia de que ibas a nacer. Vendrás a vivir a un hogar donde todos te cuidarán y procurarán tu bien. Estoy segura que allí recibirás los cuidados que te permitirán crecer y ser muy fuerte. El mundo al que vienes es muy diverso y entre los deseos que tengo para ti, son que en tu vida te encuentres con personas con las que te sientas bien, que adoptes lugares donde encuentres tranquilidad y busques otros para emocionarte y brincar hasta el cansancio. Deseo que disfrutes de placeres como son la comida y tomar siestas por la tarde. Deseo que te enfermes de gripe lo menos   posible   y  que sientas placer al mojarte bajo la lluvia. Deseo que puedas reírte de lo simple de l

Sé razonable, como la gente

- Luces furioso ¿a qué se debe? - La gente, odio a la gente. - Calma, si la odias ¿por qué te comportas de ese modo? - Por que soy como la gente. - ¿Entonces te odias a ti mismo? - Por supuesto que no, yo no soy la gente. P.D. Maldita y absurda gente.

Dos pasos

Existe en el cruce de la calle ocho y veinticinco una pequeña cruz de hierro con una inscripción en letras blancas ya bastante borrosa, una tal Marisela H. atropellada en 1999.  No sé porqué tenía la curiosidad de leer las leyendas de esa clase de cruces en la ciudad, cuando me encontraba con alguna me preguntaba si esos difuntos tendrían además su lugar en el panteón o si acaso habrían sido cremados, incluso cuando era yo un niño me daba pavor imaginar que el mismo cuerpo estaba allí enterrado y mejor rodeaba la banqueta para no pisar los restos si es que allí yacían, quizás mi reacción se debía a que los tres perros que tuvimos en mi infancia los enterrábamos en el patio de mi tía Azucena.  La última duda que tuve en mi infancia fue muy absurda, no me atreví a contársela nunca a nadie. Un martes en la mañana mi tía  Azucena me llevaba a la escuela como de costumbre, me tomaba de la mano y me decía que me fijara siempre a ambos lados de la calle, para asegurarme de q

Helado de vainilla

Tuve un esclavo hace poco tiempo. Era guapo a decir verdad, siempre he pensado que si hubiera sido feo no lo hubiera orillado a que se convirtiera en mi esclavo, claro que el siempre pensó que estaba bajo contrato. No estoy segura porqué su apariencia era algo que me preocupaba, jamás me relacione sentimental o carnalmente con él. Quizás mi arrogancia lo explique. Un defecto que tengo es que cuando entablo conversaciones suelo ser muy redundante en mis argumentos y si la persona con la que intercambio las opiniones siente que me tiene mucha confianza, me aclara que ya entendió el punto y eso me causa furia. Por eso tenía la felicidad con mi esclavo, porqué yo podía darle vueltas a los asuntos las veces que así me pareciera bien, él jamás me contradecía. Creo que hasta este punto es bueno apuntar que su nombre era Gilberto, nombre que detesté siempre y que en muchas ocasiones pensé en evitar y usar alguno otro que me causara comodidad, cosa que jamás hice por decidia. Un marte

Siempre me revelo

Yo sabía perfectamente que no era importante el asunto, sin embargo me aferraba a la idea de que pudiera pasar. Las cuestiones importantes en el mundo sobrepasan a mis caprichos pero jamás me he querido mover de mi posición. Tengo un teatro en mi mente, ahí soy todos los personajes en escena. Siempre me revelo.

El muro blanco

A veces tengo la impresión de que alguien, detrás de ese muro blanco está esperándome para hablarnos uno al otro de tal modo que podamos entender nuestras inquietudes a la perfección, pero cuando dan las seis de la tarde en punto lo único que escucho es una lavadora funcionando. Recuerdo cuando deseaba tener una lavadora, tenía veintiún años y me había enamorado del que hasta ese entonces pensaba yo, era el amor de mi vida, hasta que pocos años después descubrí que no sólo hay un amor en la vida. Hasta este día he tenido dos lavadoras de distintas marcas, la última aún lava todas mis prendas, toallas, cortinas, cobijas y demás que le quepa, sin embargo ese alguien detrás del muro blanco sigue sin hablarme y no es que piense en ese asunto frecuentemente, sólo cuando escucho que usa su lavadora. Yo a veces escucho la radio cuando echo la ropa a lavar para no aburrirme pero jamás he escuchado que del otro lado del muro blanco se escuche otro ruido que el de aquella lavadora ¿ese alguien